¿Preparada?

Pasan los segundos, los minutos, las horas. El coche no avanza. La lluvia cae con fuerza y los cristales se empañan para no dejarnos ver lo que pasa fuera. La lluvia ya no cae, el coche se mueve. Estamos ansiosos, queremos ver el accidente que nos deja mover. Pasan los segundos, los minutos, las horas. El momento se acerca. A mi me encantaria ver lo todo, me gustaría que el tiempo se parara, me gustaría analizar la situación y no dejarme ni un detalle sin ver. Ansiosos, lo queremos ver. ¿Habrá muertos? ¿Por que han cerrado la autopista? ¿Realmente es tan grave? Y llega el momento. Una farola en el suelo, las ballas quita-miedos totalmente destrozadas, tomates por todas partes. Vuelve a llover. Parece que ha sido un golpe fuerte. Y se ve el camión, que digo, un trailer. La luna destrozada, las puertas por los suelos, el remolque tumbado de lado en el suelo, los tomates... La gente especula, estamos todos atónitos. Mi estómago se revuelve. ¿Dónde esta el conductor? ¿Habrá muerto? La ambulancia no estaba... Y yo me pregunto, después de ver tan grave accidente, después de pasar por mi cabeza la angustiosa situación en la que deberia estar el conductor me pregunto: ¿Realmente estoy hecha para estas cosas?