6 may 2007

Una noche...

Estábamos allí. Te fuiste sin decir nada. Me levanté a poner bien el televisor.

Sentí que me arrastraban el pelo hacia un lado. Tus labios frios besaron mi espalda, mi hombro, mi cuello. Todo mi cuerpo se estremeció. Mi respiración iba en aumento, cada vez más y más, ya no aguantaba, necesitaba girar, besarte, abrazarte, morderte, quererte...

Tu corazón latia rápidamente, y yo al escucharlo más nerviosa me ponia, más ganas tenia...

Por fin me giré, conseguí alcanzar tu boca. Tus labios estaban frios y nuestros cuerpos calientes. Mi vestido fue callendo poco a poco. Me agache, fui desabrochando tu camisa despacito, de arriba abajo, besando tu pecho ardiente. Te besé, no podia parar de hacerlo...

No hay comentarios: